La Sociedad por Acciones Simplificada (SAS) es una figura jurídica pensada para simplificar y agilizar la creación de empresas en Argentina. Ideal para emprendedores, profesionales y pequeños negocios, su principal ventaja es la flexibilidad y facilidad de constitución.
A continuación, te contamos sus principales características:
Sí, como leés: no necesitás más de una persona para constituir una SAS. Podés emprender de manera formal sin necesidad de buscar un socio adicional.
Se requiere un capital mínimo equivalente a dos sueldos mínimos, vitales y móviles, lo que permite iniciar actividades con un presupuesto razonable y ajustado a tu realidad.
La SAS debe contar, al menos, con:
Esto simplifica la estructura de gobierno societario y reduce costos operativos.
Toda la constitución se realiza de forma 100% digital a través de la plataforma de la IGJ, sin necesidad de trámites presenciales.
La contabilidad y documentación legal se lleva en formato electrónico. Esto agiliza los procedimientos y reduce los costos de rúbricas y libros físicos.
Las participaciones en la SAS se representan por acciones, igual que en una sociedad anónima, lo que brinda seguridad jurídica y facilita la organización del capital.
Los socios pueden transferir sus acciones de forma privada, sin necesidad de pasar por escritura pública (excepto en ciertos casos), lo que facilita el ingreso y salida de socios.
A diferencia de otras formas societarias, la SAS no paga tasa anual de mantenimiento ante la Inspección General de Justicia, lo que reduce la carga impositiva.
Nuestro equipo te acompaña en todo el proceso, desde la elección del tipo societario hasta la inscripción completa.
🟢 Escribinos y nos encargaremos de todo para que vos te enfoques en hacer crecer tu negocio.